El otro Mundial
Lo que no se ve en las calles que rodean los estadios de fútbol en Brasil
Michael Fangueiro Antolín
Tras toda la emoción y pasión que conlleva un Mundial de fútbol se esconde un amplio abanico de polémicas, empezando por la propia organización del Mundial por parte de la FIFA y del Estado brasileño, pasando por las manifestaciones previstas a lo largo de todo el Mundial y culminando con imprevistos en la construcción de los estadios, como su lento avance e incluso la muerte de algunos operarios.
Las manifestaciones del pueblo brasileño ya comenzaron en junio de 2013, cuando se disputó la Copa Confederaciones, antesala de este gran evento. Y el ambiente no se ha calmado. Lo primero que reclaman los brasileños es que todo el gasto excesivo que se ha llevado a cabo para organizar el Mundial no se haya destinado a otros ámbitos más importantes para la sociedad, como la sanidad, la educación y el transporte. Y es que el transporte ha sido un problema en Brasil los últimos tiempos con diversas huelgas en las mayores ciudades del país, a su vez sedes de los estadios que acogen los partidos del torneo. De hecho, se celebraron varias el día del inicio del Mundial, entre ellas en el aeropuerto de Rio de Janeiro, cuando se disputó el partido inaugural entre la anfitriona Brasil y Croacia. Pero primero fueron los trabajadores del metro de Sao Paulo, a los que se le han unido los conductores de autobús de Fortaleza y Natal y los agentes de circulación de Fortaleza. Esas huelgas provocan alteraciones en los horarios de los trabajadores, algunos tardan en ir tres horas de casa al trabajo, e incluso atascos de record como el de Sao Paulo a una semana de comenzar el Mundial.
Ha molestado mucho el gran incremento del presupuesto para financiar el Mundial, que en un principio iba a ascender a los 1100 millones, según el informe entregado por Brasil a la FIFA tras su elección. Pero a poco de empezar el campeonato el presupuesto se había incrementado de forma considerable, alcanzando los 3712 millones de dólares. Y un factor que ha podido disparar el presupuesto ha sido la elección de tener 12 sedes en lugar de 8, como viene siendo habitual. Además algunos estadios están sin acabar, como es el caso del Arena Corinthians de Sao Paulo, el estadio inaugural, que tuvieron que disimular para la disputa del encuentro.
No como siempre. El ambiente en Brasil no es el mismo del que suele haber antes de un Mundial. Todas las calles suelen estar llenas de banderas y objetos verde y amarillos, muestra de la pasión que se vive por este deporte en el país, pero esta vez no ha sido así. El malestar está presente en casi toda la población, aunque en distinto grado. Más de la mitad del país está a favor del Mundial, pero seguramente no en las formas. Y es que 68 millones de brasileños en contra del Mundial de fútbol celebrado en Brasil son muchas.
Nueve han sido los obreros muertos en el transcurso de las obras de los estadios en Brasil. Una cifra que no hace más que fortalecer las protestas de los manifestantes, que también recriminan las condiciones de seguridad de las obras. Cuatro trabajadores en Manaus, tres en Sao Paulo y uno en Brasilia ya han perdido la vida en las labores de preparación del campeonato y, con la muerte de Cuiabá, nada menos que un tercio de los 12 estadios que participarán en el torneo ya tienen un triste trofeo de víctimas mortales. El alto índice de fallecimientos está causando polémica por la aceleración de las obras a medida que la Copa se aproxima, lo que muchos señalan como causa de los siniestros, mientras los recintos están lejos de estar listos.
Favelas. Si uno alza la vista desde el exterior de Maracaná, encontrará un barrio de favelas en su horizonte. Morro dos Macacos es, concretamente, la favela próxima a Maracaná. Favela es, según el Plan Maestro de la Ciudad, «el área predominantemente habitacional, caracterizada por ocupación de la tierra por población de bajos ingresos, precariedad de la infraestructura urbana y de servicios públicos, vías estrechas y de alineación irregular, lotes de forma y tamaño irregular, y construcciones no licenciadas y no acordes con los patrones legales» . No es seguro pasear por alli para los forasteros, es preferible ir con una especie de guía, alguien que conozco los caminos seguros y si es conocido allí mejor. No hace tanto que una turista holandesa murió tiroteada tras hacer una fotografía donde no debía. El trapicheo de droga se mantiene, así que se suceden los avisos: «Aquí el mínimo error te cuesta la vida». En lo que a las cámaras respecta, siempre hay que preguntar antes de utilizarlas. Una negativa es una negativa, no conviene insistir.
La policía brasileña dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma la primera manifestación contra el Mundial de fútbol Brasil 2014 registrada en Sao Paulo en el día en que comienza la competición, en la que resultaron heridas dos periodistas de la cadena de televisión CNN. Cerca de 150 hombres de la Tropa de Choque de la Policía Militarizada del estado de Sao Paulo dispersaron a un grupo de 50 manifestantes que intentaba marchar por la avenida Radial Este, la principal vía de acceso al Arena Corinthians, el estadio de Sao Paulo en que se disputa el partido inaugural del Mundial. Ese mismo día se manifestaron también en ciudades como Porto Alegre, Fortaleza o Fortaleza, entre otros.
Polémica futbolística. Tanta polémica en lo extradeportivo en el Mundial de Mundiales, como lo han denominado los brasileños, que ha contagiado a lo estrictamente deportivo, ya que en el partido inaugural entre la anfitriona y Croacia se pudo apreciar algún favor arbitral. El partido comenzó de forma desastrosa para la canarinha, que empezó perdiendo con un gol en propia puerta del madridista Marcelo. Antes del descanso la estrella Neymar igualó el marcador. Pero fue en la segunda parte cuando llegó la polémica. Brasil no podía con una fuerte Croacia, que daba la impresión de poder dar la sorpresa, hasta que el arbitro japonés Yuichi Nishimura, señaló un penalti inexistente de Lovren sobre Fred, que transformó Neymar. Después, cuando más presionaba Croacia anuló un gol a Croacia, por una dudosa falta de Olic sobre el guardameta brasileño Julio Cesar. Ya en el descuento el mediapunta del Chelsea, Oscar remató a Croacia y Brasil sumó los primeros tres puntos del Mundial con ese 3-1.
Lo que parece claro es que las quejas y las manifestaciones continuarán a lo largo del Mundial, y seguramente después, hasta que no se arregle la situación del pueblo brasileño.
Sumarios: "El ambiente en Brasil no es el mismo de otros Mundiales", "Nueve han sido los obreros muertos en el transcurso de las obras de los estadios", "La polémica también estuvo presente en lo deportivo", "La policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma", "El enfado del pueblo brasileño viene por el excesivo gasto en la Copa del Mundo"