La base de salvamento de Arriluze nace y perdura gracias a los voluntarios
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La Sociedad Española deSalvamento de Náufragos se constituyó el 19 de diciembre de 1880.
En el año 1970 con el
hundimiento del pesquero “El Isla” en La Coruña y varios yates en Areyns de
Mar, la Subsecretaría de la Marina Mercante propuso la participación de la Cruz
Roja Española en la prestación del servicio de salvamento de náufragos, que se
aceptó el 8 de julio de 1971.
La Cruz Roja Española
desarrolló un plan de actuación y creó una nueva rama denominada Cruz Roja del
Mar, que empezó a prestar sus servicios en 1972.
En junio de 1975, un
grupo de jóvenes voluntarios, exactamente seis, de la Cruz Roja de la Juventud,
que tenía las oficinas en los bajos del Hospital de la Cruz Roja de Bilbao,
descubrieron en el garaje del hospital, entrada por Dr. Areilza, una Zodiac
Mark III con panas de madera, rotulada a babor y estribor con Cruz Roja del Mar
y un motor Evinrude de 20 CV.
Javier Zárraga,
vicepresidente de Cruz Roja Uribealdea, y uno de los primeros voluntarios de
Cruz Roja del Mar comenta: “En aquel entonces empezamos a investigar que hacía
ese equipamiento en el garaje, preguntamos a la superioridad y con la
autorización correspondiente nos pusimos manos a la obra.”
Ahí nació la Cruz Roja
del Mar en Vizcaya.

El 14 y 15 de junio de
ese mismo año, se efectuó la primera operación de rescate en las inundacionesde Romo. Se desbordó el río Gobela. Con las Zodiacs navegando por las calles de
Romo, se evacuaron varios enfermos y a 13 señoras embarazadas, se repartió pan
y leche que metían en los cestos y baldes que se bajaban de los pisos.
En el año 1979 ya era
conocida la Base de Arriluze. Les llamaban de muchos sitios para coberturas de
regatas, vela, remo, piraguas, campeonatos de buceo y caza submarina,
coberturas de travesías de natación, etc. Durante este año la asamblea
provincial de la Cruz Roja empezó a proporcionar materiales, recambios y ayudas
económicas a la base con afán de avanzar y hacerla crecer.
En diciembre de 1980 se
produce una de las emergencias más importantes ocurrida hasta entonces, un
barco mejicano fondeado en el abra interior. El capitán, al ser noche buena,
abrió la bodega y hubo exceso de alcohol. Un marinero se acordó de la madre del
contramaestre y éste desenfundó el machete que llevaba al cinto y le dio un
repaso al marinero. José Ramón García, uno de los socorristas que acudió a
aquella emergencia y hoy en día todavía voluntario en la base de Arriluze, nos
cuenta que “el marinero tenía muchos cortes y perdía mucha sangre. Un corte
entre los dedos que le llegaba hasta la mitad de la mano y un corte en un brazo
con una vía abierta saliendo sangre a borbotones. Estaba en la ducha del
camarote del capitán con el agua abierta para que le lavara bien la sangre que
manaba.”
Los socorristas pararon
las hemorragias, le metieron en una camilla y pidieron ayuda a la tripulación
para bajarlo a la zodiac. Había tal borrachera a bordo que la camilla, con él dentro,
por poco se va al agua. Al final todo salió bien. Días después fueron a la Base
a pedir disculpas y dar las gracias a los voluntarios.
El 13 de enero de 1981
el buque de bandera griega “Zephyr” de 165 metros de eslora y
20.000 toneladas de registro, con treinta
tripulantes en su mayoría hindúes, embarrancó en la zona del Calero, entre
Santurce y Ciérvana. Fue el salvamento de mayor número de personas del Puerto
de Bilbao de todos los tiempos. Después del salvamento del Zephyr, Madrid
reconoce la base de Arriluze como centro nacional de adiestramiento para el
salvamento de costa y se realiza un curso nacional gracias a los voluntarios.
En ese mismo año, se
hundió una embarcación con 3 tripulantes a bordo pero solo sobrevivió una persona.
Las otras dos quedaron desaparecidas y tras varias semanas de rastreo no
aparecieron.
Al año siguiente se
establece un convenio con Helicsa para la colaboración de su helicóptero y, con
la idea de instalar en el Aeropuerto de Sondica, un local con el material de
salvamento para incorporarlo al helicóptero en caso de una salida de
salvamento. Para ello los voluntarios pidieron una subvención a la Diputación,
que no fue atendida y este servicio en el aeropuerto nunca llegó a funcionar.
Pedro Martín, voluntario de la base de Arriluze hasta el 1999 y buzo
profesional asegura que “la relación de amistad que mantuvimos con el piloto,
Juan Carlos Carralero, le llevó a inscribirse como voluntario de la Cruz Roja
del Mar y nosotros abusando de su amabilidad y conocimientos realizamos un
montón de prácticas con el helicóptero”.
A pesar de todas las
intervenciones realizadas y la importante labor que estaban llevando a cabo los
voluntarios de la base de Arriluze, en
1983 empezaron a surgir problemas económicos, poco presupuesto y muchos gastos.
El presupuesto para la base de Arriluze pare este año era de 1.650.000 Ptas. y
se tenían deudas por 761.000 Ptas. Con este bajo presupuesto se empezó a pedir
dinero y materiales a la Federación Vizcaína de remo, al Puerto Autónomo del
Bilbao, etc. El Banco de Vizcaya nos dona la primera emisora VHF Sailor para la
base. Se realizaron dos festivales de canto en el Casino de Plencia para
recaudar fondos. José Luís Ugarte, gran capitán y conocido por sus varias
regatas en solitario dando la vuelta al mundo, llevó a la base un nuevo equipo
de andarivel, donde los materiales son más modernos, cabos de nylon, pastecas
de teflón, etc., y dejamos el antiguo para prácticas. También entregó a los
voluntarios tres trajes de supervivencia ingleses.
En agosto de 1983 comenzó
a llover el jueves día 25, se desbordó el Nervión el viernes día 26 sobre las
cinco de la tarde, pero los voluntarios de la base de Arriluze ya se habían
desplazado hasta el lugar. Desde la estación del tren la riada arrastraba los
coches por detrás de la iglesia de San Nicolás hasta la ría. Se rescataron un
total de 125 personas que fueron atendidas por los sanitarios que no daban
abasto.

El listado de
voluntarios en enero de 1985, tras diez años de funcionamiento, lo componían 70
personas, con grupo de emergencias, grupo de guardias de fines de semana y grupo
de adiestramiento a nuevos voluntarios: 35 patrones con titulación deportiva y
profesional, 25 buceadores y 25 especialistas en Salvamento de costa.
En 1986 se inicia un
convenio con el Gobierno Vasco. Fue la salvación de la base y de todos los
voluntarios, ya que con este convenio el Gobierno por fin apoyaba el plan de
salvamento de Vizcaya y aportaba aproximadamente el 50% del presupuesto, eso sí,
en nuevas inversiones, reparaciones y consumos de sus lanchas. El 13 de
diciembre de 1986 se realiza la botadura de una embarcación, “Arriluce I”
comprada por el Gobierno Vasco y cedida a la Cruz Roja de Mar.
En Mayo del 88, comprada
por el Gobierno Vasco y cedida a la Cruz Roja, llega la primera lancha de Nivel
A que tenía la base de Arriluze, hoy todavía en funcionamiento. Una embarcación
de casco de aluminio de los astilleros Mag franceses de 10,50 m de eslora con
dos motores Iveco de 250 CV y dos hidrojets Castoldi, La Dhube.
En el Año 1989, debido a
las quejas que tienen los voluntarios con los altos cargos de la Cruz Roja por
la mala gestión de presupuestos y la mala organización administrativa, la Cruz
Roja Española decide realizar una reestructuración y desaparece la Cruz Roja
del Mar como tal. Todos sus componentes son integrados en las UVSE (Unidad de
Voluntarios de Socorro y Emergencias) que se van formando. Los voluntarios
acaban encuadrados en la UVSE Mar de Asamblea Local de Uribe Aldea.
El presidente de la
Asamblea Local en 1990, Alfonso Urien, fue quien comunicó que “los voluntarios
de la base de Arriluze son muy profesionales pero muy intolerantes con las
estructuras de la Cruz Roja”, y esa fue la única explicación que dio a este
cambio tan radical. El grupo de voluntarios que se había formado se desanimó y
se fue alejando. La mala gestión de la Cruz Roja quedó en evidencia de nuevo
cuando la base quedó solamente con 8 voluntarios y 9 marineros de reemplazo.
En 1991, se incorpora
Koldo Larrazábal como jefe de la base, deja la responsabilidad del puesto de
ambulancias de Plencia, y se incorpora a la Base de Arriluze. Su experiencia en
el socorrismo de playas como patrón de nivel C desde 1986 a 1991 le ayudaron
para empezar y continuar como así se ha visto hasta el día de hoy. Koldo se
encuentra un panorama desolador, 12 voluntarios, 7 marineros de reemplazo y un
solo patrón, Roberto Pérez, quien con un gran esfuerzo personal había aguantado
todo el tirón del verano. Las cuatro embarcaciones que existían en la Base eran
fabulosas, Dhube, Arriluce , B1 y Bonancible. Koldo Larrazábal le trae a José
Ramón García, uno de los antiguos y se incorpora también Juan Aburto, capitán
de la Marina Mercante, como patrón de la Dhube.
De esta etapa Koldo nos
cuenta lo ocurrido en una de las múltiples salidas que tenían. El rescate de un
hombre al agua de un velero que llegaba de arribada de Castro Urdiales y que
ocurrió a la altura de Punta Galea, con fuerza 9-10, y dice: “Lo pasamos bastante mal y una gran ola nos
pasó por encima, se nos pararon los dos motores y gracias a Dios conseguimos arrancar uno”.

Más
tarde, en 1994 se
le propone al Gobierno Vasco la creación de una Escuela de Adiestramiento de
niveles B y C, que desde la desaparición de la Escuela de Suances, no existe
ninguna en todo el territorio nacional. Finalmente se aprueba con éxito, pero
con pocos años de duración.
En
Febrero de 1995 se pierde la embarcación Arriluce I en una salida a una
emergencia en los acantilados de Barrica. Debido al estado de la mar y las
fuertes olas, los operarios de la embarcación caen al agua, todos ellos nadan
mar adentro para salvarse, y la embarcación acaba encallada y destrozada en las
rocas de los acantilados. Posteriormente la Dhube acude al lugar y recoge a los
tres tripulantes con vida.
Al
año siguiente llega una nueva embarcación la “Arriluce II”, pero se devuelve
por defectos de fabricación, aún así está de vuelta al de dos meses. Este mismo
año empiezan a realizarse ejercicios de entrenamiento y simulacros con el
helicóptero de la Ertzaintza.
En
el año 2000 las cosas empezaron a ir mucho mejor. La base contaba con 19 millones
de pesetas de presupuesto. Con 4 embarcaciones, La Dhube, La Arriluce II, La
Bilbao y La Bonancible. En la base también hay más voluntarios, ya que en ese
momento hay 45 voluntarios operativos y se puede ver un crecimiento en el número
de tareas que realizan cada año.
Año
|
Emergencias
|
Coberturas
|
Adiestramiento
|
1996
|
47
|
21
|
51
|
1997
|
79
|
36
|
63
|
1998
|
84
|
34
|
110
|
1999
|
129
|
45
|
123
|
2000
|
176
|
78
|
125
|
Sumario 1: La Cruz Roja
Española desarrolló un plan de actuación y creó una nueva rama denominada Cruz
Roja del Mar, que empezó a prestar sus servicios en 1972.
Sumario 2: Después del salvamento del
Zephyr, Madrid reconoce la base de Arriluze centro nacional de adiestramiento para
el salvamento de costa y se realiza un curso nacional gracias a los
voluntarios.
Sumario 3: “la relación
de amistad que mantuvimos con el piloto, Juan Carlos Carralero, le llevó a
inscribirse como voluntario de la Cruz Roja del Mar y nosotros abusando de su
amabilidad y conocimientos realizamos un montón de prácticas con el
helicóptero”.
Sumario 4: Desde la
estación del tren la riada arrastraba los coches por detrás de la iglesia de
San Nicolás hasta la ría.
Sumario 5: “los voluntarios
de la base de Arriluze son muy profesionales pero muy intolerantes con las
estructuras de la Cruz Roja”
Iñaki Aborruza