ERE que ERE con el periodismo
independiente
Santiago Canales
“Para
salir de la crisis, esta sociedad precisa de periodismo independiente”
afirmó Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de
Periodistas de España (FAPE), en el II Encuentro de la Sociedad Civil,
refiriéndose a la crisis económica. Pero la receta de la presidente de la FAPE
puede valer también para la crisis del periodismo.
Más de 6.000 periodistas han perdido su
empleo desde 2008
Y es que el periodismo también está en crisis. Según
Comisiones Obreras, el
sector de los medios de comunicación es, en proporción, el segundo en la destrucción de empleo en
España. Tan sólo por detrás del sector de la construcción. Según el
Observatorio de la Crisis de la FAPE, más de 6.000 periodistas han perdido su
empleo desde 2008. El Observatorio señala que en los medios de comunicación hay
un 15% menos de puestos de trabajo de los que había antes de que comenzara la
crisis. Además, desde la FAPE advierten de que éstas son cifras aproximadas y
creen que las cifras reales sean probablemente mayores. Son 197 los medios que
han cerrado en España entre 2008 y 2012 según el Informe Anual de la Profesión
Periodística de la Asociación de Prensa de Madrid (APM). Este año, continúa la
desaparición de medios. El último, el
polémico cierre
de la Radio Televisión Valenciana (RTVV) por decisión del gobern
valenciano. Según el informe, las
revistas son el formato más castigado por los cierres, siendo 132 las que han
desaparecido de los quioscos entre 2008 y 2012. Sin embargo, los periodistas
que trabajan en los periódicos son los más afectados por la destrucción de
empleo. La APM estima que 1.805 periodistas que trabajaban en un diario han
sido despedidos.
La caída de la inversión publicitaria, la irrupción de
internet y su oferta gratuita de información instantánea y la disminución de las ventas de los diarios
como consecuencia de la crisis pueden ser algunas de las razones que expliquen las
sangrantes pérdidas de puestos de trabajo en el sector y el cierre de tantos
medios. Según la APM, sólo la inversión publicitaria en internet ha crecido
entre 2007 y 2011. Y ha crecido fuertemente, ha aumentado en un 171% desde 2007
hasta 2011. Por el contrario, la inversión publicitaria en la prensa escrita un
51% en ese periodo de tiempo. En radio y en televisión la caída ha sido del 27
y el 39% respectivamente.
El periodismo no sólo se enfrenta a una crisis
económica. Se enfrenta a una crisis global
Sólo los jueces son menos valorados por los ciudadanos que los periodistas
Pero el periodismo no sólo se enfrenta a una crisis
económica. Se enfrenta a una crisis global. Internet ha provocado que el periodista
sea esclavo de la actualidad más inmediata. Las últimas horas y los avances
informativos en un clima de feroz
competencia por publicar la exclusiva no
dejan espacio ni tiempo para el análisis reflexivo, la profundidad y la
investigación. Datos sin contrastar, noticias falsas… todo vale con tal de
publicar antes que el resto. Esto afecta a la credibilidad de cabeceras que
otrora fueran referentes. Así le ocurrió al diario El País, que publicó
en su portada digital e impresa una falsa foto de Hugo Chávez intubado en plena
operación. El error provocó la retirada del diario de los quioscos ese día
y la cabecera tuvo que asumir muchas críticas por el tratamiento de la
información aquel día. El periodismo se enfrenta también a una crisis de
calidad. Cada vez se dedican menos recursos a reportajes de investigación, cada
vez se contratan menos corresponsales y cada vez se apuesta menos por la
formación de contenidos propios. Mientras, cada vez se hacen más “copiapegas”
de las notas de las agencias y cada vez los periodistas se limitan más a
recoger declaraciones de los políticos, organizaciones, famosos, etc… en vez de
investigar los hechos. Hay incluso quien cree que debido a las redes sociales el
periodista sufre una crisis de identidad.
La pérdida de credibilidad, la calidad pobre de los
contenidos y la dudosa independencia de los medios quizá sean algunas de las
razones por la cual la sociedad española apenas valora a los periodistas. Y es
que, según una de las últimas encuestas del CIS, los
periodistas son de los profesionales menos valorados por los españoles.
Sólo los jueces son menos valorados por los ciudadanos que los periodistas.
Datos sin contrastar, noticias falsas… todo vale con tal de
publicar antes que el resto
De entre el desolador panorama al que parece enfrentarse el actual
modelo de periodismo pueden nacer nuevos proyectos que supongan una ruptura con
él. A continuación recogemos tres proyectos que han nacido en estos momentos de
crisis para el periodismo. Quizá, incluso, nazcan de la misma crisis.
Público deja los quioscos, llega La
Marea
El 25 de febrero de 2012, el periódico Público, uno de los
entonces cinco periódicos de tirada nacional, dejó de estar disponible en los
quioscos. El único periódico a la izquierda de El País en los quioscos había
nacido en 2007. Durante su estancia en los quioscos, el rotativo generó unas
pérdidas de unos 80 millones de euros y su deuda era de 21 millones cuando
cerró la edición impresa. Los dueños del periódico, encabezados por el
presidente de Mediapro, Jaume Roures necesitaban nueve millones de euros para
mantener viva la edición impresa. Pero esa financiación nuca llegó. El
periódico presentó un ERE que afectó a 126 trabajadores del total de 152 que
componían la plantilla del rotativo. Entre ellos, Jesús Maraña, director del
periódico. La edición digital de Público siguió funcionando y salió a la venta.
Un grupo de
periodistas, junto con algunos lectores, del diario crearon la cooperativa
MásPúblico con el objetivo de comprar la web y seguir con el espíritu del
rotativo progresista. Esta cooperativa no logró hacerse con la cabecera.
Entonces, MásPúblico comenzó a funcionar como un blog en el que se podían leer
noticias hasta consolidarse el proyecto en La
Marea. La Marea es medio diario digital y tiene una edición impresa
mensual. Desde La Marea reivindican un periodismo “riguroso y comprometido”.
Apuestan por unos reportajes profundos y quieren servir de plataforma para la
difusión de la cultura. Además, exponen sus principios editoriales claramente; “la
libertad, la igualdad, la laicidad, la defensa de lo público, la soberanía de
los pueblos, la economía justa” entre otros.
En un ejercicio de coherencia, no aceptan publicidad de
empresas que no cumplan sus principios editoriales. Es por esto, que la mayor
parte de su financiación procede de los socios y trabajadores y de las
suscripciones. También se financian a través de las ventas de la edición en
papel y el merchandising (camisetas, tazas, el libro “La uni en la calle”…). El
modelo cooperativista lectores-trabajadores es inédito en España. "La ventaja principal es la libertad y no depender de ningún poder político y/o empresarial. Ese es nuestro punto fuerte y por ese motivo hacemos tanto hincapié en la necesidad de que debe haber gente que se implique en el proyecto y en el mantenimiento de un periodismo libre", eplica Toni Martínez, cooperativista y miembro de la redacción de La Marea. "La gestión es mucho más horizontal y las decisiones no vienen impuestas desde arriba", añade.
Martínez explica que se cuidan mucho de separar los temás "empresariales" de los periodísticos. Por ello, la redacción, compuesta por siete redactores y un fotógrafo, se encarga en exclusiva de la selección y producción de los contenidos. Las decisiones de impresión, distribución y otras de carácter de gestión son tomadas por un Consejo Rector, compuesto por socios-usuarios y socios-cooperativistas a partes iguales.
Martínez explica que se cuidan mucho de separar los temás "empresariales" de los periodísticos. Por ello, la redacción, compuesta por siete redactores y un fotógrafo, se encarga en exclusiva de la selección y producción de los contenidos. Las decisiones de impresión, distribución y otras de carácter de gestión son tomadas por un Consejo Rector, compuesto por socios-usuarios y socios-cooperativistas a partes iguales.
InfoLibre irrumpe con fuerza en
internet
InfoLibre es
un diario digital que nació en enero de 2013. Su modelo es pionero en España,
con una parte de los contenidos que se ofrecen gratuitamente a los lectores y otra que es de pago y para
suscriptores. Paradójicamente, según su director editorial, Jesús Maraña,
InfoLibre reivindicará “lo más viejo del periodismo: el compromiso con los
lectores de contar historias que se pretenden ocultar”.
InfoLibre
cuenta con una financiación inicial que se sostiene sobre tres pilares. El
primero, la aportación de los seis periodistas fundadores del proyecto, provenientes
de los EREs de Público, El País y también de RTVE. Ellos fueron Jesús
Maraña, Manuel Rico, Yolanda González, Fernando Varela, Juan Carlos Ortiz de
Elguea y Javier Valenzuela. El segundo, la participación del diario digital
francés Mediapart. Por último, David Fernández, de la editorial de libros
Edhasa. Los tres socios tienen una participación equitativa. A pesar de esto,
los socios mantienen un acuerdo por el que se comprometen a respetar que las
decisiones editoriales y que afecten a la plantilla sean tomadas por los
propios periodistas.
Respecto a la financiación, infoLibre aspira a que las
suscripciones y el pago por los contenidos sean la principal fuente de financiación
pero ésta se complementa con la publicidad. InfoLibre cuenta también con la
aportación económica de algunas figuras del mundo de la cultura como Almudena
Grandes, El Gran Wyoming, Pedro Almodóvar o Joaquín Sabina.
Pero InfoLibre no parte de cero. Cuenta en su plantilla y colaboradores
con periodistas de gran trayectoria, sobretodo provenientes de El País, Público
y RTVE, como Juan Ramón Lucas, Ramón Lobo o Santiago Carcar. Además, cuentan
con una revista mensual llamada “TintaLibre” disponible en los quioscos desde Marzo.
Su línea editorial es progresista y aspira a realizar un periodismo
profesional, libre, independiente, honesto y riguroso.
TMEX, la otra televisión pública de los madrileños
Desde que en 2003 Esperanza Aguirre accediera a la presidencia de Madrid las cosas para la televisión pública autonómica de Madrid han ido de mal en peor. Cuando Aguirre llegó a la presidencia, Telemadrid tenía una audiencia del 17% y sus ingresos publicitarios se cifraban en 64 millones. Cuando la presidente popular dejó su cargo en 2012, la audiencia de Telemadrid había caído al 3%, sus ingresos publicitarios se situaban en 23 millones y la deuda de la cadena se había triplicado alcanzando los 230 millones de euros.
Su sucesor en la presidencia, Ignacio González, aplicó un ERE que afectó a más de 800 trabajadores alegando que era la única vía para hacer Telemadrid sostenible. La cadena quedó así reducida a su mínima expresión y con la mayoría de sus funciones externalizadas. Sin embargo, la justicia declaró el ERE de Telemadrid "no ajustado a derecho". Todavía hoy el futuro de los trabajadores continúa peleándose en los juzgados.
De entre los trabajadores despedidos nace TMEX, una televisión "on line, de carácter social y cultural y un marcado sentido público". Así la define Raquel Ortega, presidenta de la Asociación Ex-trabajadores de Telemadrid en el Exilio. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro cuya principal actividad es el funcionamiento y la producción de contenidos de TMEX. Los socios de la asociación colaboran económicamente para sostener el proyecto y toman las decisiones de manera asamblearia. Ortega defiende la importancia de las televisiones públicas para "conocer nuestra ciudad, nuestra gente, nuestra identidad, con una información cercana y local". Y predica con el ejemplo. En TMEX podemos encontrar entrevistas con personalidades de la cultura, el deporte y la actualidad madrileña y nacional, ofrecen un espacio de reivindicaciones a diversos colectivos sociales, producen vídeos con músicos locales y otros contenidos culturales, como por ejemplo, gastronómicos.
"Básicamente intentamos cubrir, en la medida de nuestras posibilidades, temas que no suelen salir en las televisiones convencionales, y dar voz a personas que no la tienen en los medios de comunicación generalistas", explica Raquel Ortega.
TMEX, la otra televisión pública de los madrileños
Desde que en 2003 Esperanza Aguirre accediera a la presidencia de Madrid las cosas para la televisión pública autonómica de Madrid han ido de mal en peor. Cuando Aguirre llegó a la presidencia, Telemadrid tenía una audiencia del 17% y sus ingresos publicitarios se cifraban en 64 millones. Cuando la presidente popular dejó su cargo en 2012, la audiencia de Telemadrid había caído al 3%, sus ingresos publicitarios se situaban en 23 millones y la deuda de la cadena se había triplicado alcanzando los 230 millones de euros.
Su sucesor en la presidencia, Ignacio González, aplicó un ERE que afectó a más de 800 trabajadores alegando que era la única vía para hacer Telemadrid sostenible. La cadena quedó así reducida a su mínima expresión y con la mayoría de sus funciones externalizadas. Sin embargo, la justicia declaró el ERE de Telemadrid "no ajustado a derecho". Todavía hoy el futuro de los trabajadores continúa peleándose en los juzgados.
De entre los trabajadores despedidos nace TMEX, una televisión "on line, de carácter social y cultural y un marcado sentido público". Así la define Raquel Ortega, presidenta de la Asociación Ex-trabajadores de Telemadrid en el Exilio. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro cuya principal actividad es el funcionamiento y la producción de contenidos de TMEX. Los socios de la asociación colaboran económicamente para sostener el proyecto y toman las decisiones de manera asamblearia. Ortega defiende la importancia de las televisiones públicas para "conocer nuestra ciudad, nuestra gente, nuestra identidad, con una información cercana y local". Y predica con el ejemplo. En TMEX podemos encontrar entrevistas con personalidades de la cultura, el deporte y la actualidad madrileña y nacional, ofrecen un espacio de reivindicaciones a diversos colectivos sociales, producen vídeos con músicos locales y otros contenidos culturales, como por ejemplo, gastronómicos.
"Básicamente intentamos cubrir, en la medida de nuestras posibilidades, temas que no suelen salir en las televisiones convencionales, y dar voz a personas que no la tienen en los medios de comunicación generalistas", explica Raquel Ortega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario