Pascual Serrano, periodista
"Creo que es el momento para que busquemos otro periodismo
diferente"
Pascual Serrano es periodista
especializado en Relaciones Internacionales y fundador, junto con otros
periodistas en 1996, del diario alternativo en internet Rebelión.Durante 2006 y 2007 trabajó
como asesor editorial del canal informativo Telesur, un medio promovido desde
Venezuela en el que participan Argentina, Cuba , Uruguay y Bolivia.Es autor de
varios libros entre los que destacan "Desinformación. cómo los medios nos
ocultan el mundo" (Ed. Península, 2009) o "Medios Violentos.Palabras
e imágenes para el odio y la guerra" (El Viejo Topo, 2008).
Actualmente colabora con algunos medios como el mensual Le Monde Diplomatique,
el diario online eldiario.es o el diario Público además de escribir
artículos y reportajes para su blog, en el que publica cada mes "perlas informativas". Su
último libro se titula "La comunicación jibarizada. Cómo la
tecnología ha cambiado nuestra mentes." (Península, 2013).
Pregunta. En su último libro
habla de cómo el modelo comunicativo tiende a tratar la información con menos
profundidad, de manera breve e informando sobre muchos temas simultáneamente,
¿cómo es posible cuando Internet no tiene los límites de espacio que nos
encontrábamos en el papel?
Respuesta. Bueno, no tenemos
los límites de espacio pero tenemos exceso de información. Como hay exceso de
información, como además la pantalla impide la concentración que permite el
papel, como además los recursos audiovisuales son más fáciles de utilizar en la
pantalla que en el papel, todo esto permite apostar por la espectacularidad,
ser breve porque hay mucha competencia para llamar la atención. Es como
conseguir la atención en un bar, la atención en un bar uno no la consigues con
un buen análisis o con una buena reflexión si no gritando mucho. Entonces,
¿cómo se grita en Internet? Haciendo informaciones estéticamente más atractivas
y textualmente más breves.
P. Si el lector busca este
tipo de información breve y el emisor debe adaptarse a lo que busca el público
para conseguir su atención, ¿es posible escapar de este círculo vicioso?
R. Sí, porque no siempre hay
que hacer lo que el lector quiere. Es decir, no se puede actuar siempre con el
modelo del mercado. Si el lector siempre quisiera, tendríamos mucho más porno
en las portadas de los periódicos. Si fuéramos siempre buscando la taquilla, no
se harían muchas de las películas que se hacen, ni se escribirían muchos libros
que se escriben. Hay otras cuestiones aparte de buscar a toda costa a la
audiencia. Hay gente que además quiere educar, quiere formar, quiere transmitir
una denuncia, quiere construir una alternativa, es decir, que no sólo buscan
audiencia. Además yo tengo esperanzas en que poco a poco la gente se vaya
viendo frustrada por este modelo informativo breve, escueto, superficial,
irrelevante, intrascendente… Al final, mucha gente quiere comprender, quiere
comprender el mundo, quiere comprender el conflicto palestino-israelí, quiere
saber qué son los transgénicos, quiere saber en qué consiste la guerra de
Chechenia, quiere saber que quiere la guerrilla de Colombia…y todo eso no lo va
a conseguir con todas estas informaciones breves y se está dando cuenta,
entonces se dará cuenta de que tiene que buscar algo que profundice más, con
más extensión y más tiempo.
P. Habla también en su libro de
saturación informativa, ¿se ha perdido el criterio periodístico para
seleccionar qué es noticia y qué no?
R. El criterio siempre está y se
puede discutir mucho sobre ese criterio. Mi opinión es que hay demasiadas
perversiones. Por ejemplo, ahora con internet como se puede ver al instante lo
que la gente lee se están aplicando criterios mercantiles, es decir, lo que la
gente lee en seguida se le da más protagonismo. Yo creo que hay que seguir
pensando en ver como noticia algo diferente al resto, hay que huir del rebaño.
El problema es que se va a lo fácil y entonces se crea una especie de
contraprogramación periodística escrita de tal manera que si todo el mundo
escribe sobre la manifestación, tu también, si todo el mundo escribe sobre el
último atentado equis, tu también, si todo el mundo escribe sobre el hambre en
determinado país, todos escribimos sobre el hambre en ese país…Hay que buscar
un modo de diferenciarte, de tener tu propia audacia para ver una noticia donde
los demás no la ven y le puedo asegurar que existe.
P. Con las redes sociales e
Internet en general se nos ha ofrecido la posibilidad de convertirnos todos en
emisores, en este contexto, ¿sufre el periodista una crisis de identidad?
R. Bueno, sí tiene una crisis de
identidad. Lo que está ocurriendo es que todo el mundo está pudiendo hablar y
esto que por un lado la gente lo estaba esperando con entusiasmo, es decir,
poder acabar con el oligopolio de los grupos de comunicación, ahora se está
convirtiendo en un gallinero. Sobre todo falta rigor, falta credibilidad, falta
fiabilidad y falta contraste, ese es el problema que hay. La ausencia de
filtros para hablar se ha convertido en un elemento de desinformación, otra
cosa es que el filtro que había antes no fuera bueno.
P. La que podríamos llamar crisis
del periodismo, ¿es una oportunidad para buscar nuevos modelos?
R. Totalmente. Yo creo que
estamos ante una oportunidad sin precedentes. Ahora, el periodismo de las
grandes empresas se está derrumbando, no hay anunciantes, no venden, no tiene
accionistas… Nosotros en cambio, como se está derrumbando ese modelo, creo que
es el momento para que busquemos otro periodismo diferente, más autogestionado,
desde la base, sin grandes empresas, sin grandes accionistas, sin anunciantes…
Pero para eso hace falta implicar a la sociedad, decirle a la sociedad que nos
tiene que ayudar, decirle al ciudadano que tiene que colaborar para mantener
ese periodismo.
Sumario: Hay que buscar un modo de diferenciarte, de tener tu propia audacia para ver una noticia donde los demás no la ven
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