”El ambiente
de compañerismo que se perdió en los rallyes de velocidad lo he vuelto a
encontrar en los rallyes clásicos”
P. ¿Cuándo y cómo comenzó tu afición por los coches?
R. No voy a decir que nací con
ella, pero mis padres decían que la primera palabra que aprendí fue Volkswagen
P. ¿Recuerdas el primer coche de calle
que condujiste? ¿Con qué edad?
R. La primera vez que conduje un coche era un Dodge Dart y tenía 16 años.
Estaba en Otxandiano con mi madre que estaba haciendo prácticas. Se metió en un
camino para hacer un cambio de sentido en un camino y se quedó enganchada que
no podía ir ni para adelante ni para atrás, por lo que se lo cogí yo y lo
saqué. Entonces me dijo “sigue, sigue.
Vete hasta la fabrica tú conduciendo”. Al llegar salió justo mi aita y
dijo que tenía que ir al pueblo y mi madre le dijo “que te lleve Luis”.
P. Y en competición, ¿cuál fue tu
primer coche?
R. El primer coche con el que competí fui de copiloto y era un R8TS, pero el
primer coche con el que competí conduciendo era un Mini de 36 caballos con
freno de tambor delante que tenía bastante buena estabilidad pero,
evidentemente, corría muy poco y se quedaba sin frenos en dos curvas.
P. ¿A qué edad disputaste tu primera
carrera?
R. A los 19 años, que es la edad mínima para poder competir legalmente
porque hay que tener un año de carnet.
P. ¿Por qué decidiste iniciarte en este deporte, que te motivó a
hacerlo?
R. Desde que era muy pequeño me
han gustado especialmente los coches. Siempre, no voy a decir desde que nací
pero casi. La ilusión de mi vida era hacer carreras, por lo que conseguí
convencer a mis aitas de que me dejasen ir de copiloto con el que era el médico
de la familia, ya que se fiaban mucho de él. A partir de ahí, ya me fui metiendo lo más que pude en este
mundo pero sin saberlo ellos realmente. Los primeros rallyes que corrí mis
padres no se enteraron.
P. Por lo tanto, ¿tu familia no te apoyó cuando decidiste empezar a
competir?
R. Para nada. No me ayudaron para nada, me pusieron todas las pegas del mundo
posibles. Evidentemente no me compraron nunca un coche para hacer carreras, ni
me dieron nunca dinero para hacer carreras.
La primera vez que admitieron que
ya se rendían y me dejaban correr era cuando ya tenía el formula, que me
regalaron un casco, y yo tenía 26 años más o menos. Hasta entonces se negaron
de plano.
P. ¿Con qué vehículos has competido y con cuáles te hubiese gustado
competir?
R. Empecé con un Mini 1000 de 36
caballos, después tuve otro pero con motor de carreras. De ahí pasé a la fórmula1430, con el que más he disfrutado y más éxitos he tenido. Al mismo tiempo,
competía en rallyes con un R8TS. Más tarde, tuve un 1430-1600 burgueño y después
un Ford Escort MK1 grupo 1. Tras esto, abandoné la competición durante unos
años y volví a ella con 33 años con un Solex 2000.
Me hubiese gustado competir en
montaña con una Lola o con una Osella y en rallyes la verdad es que disfruté
muchísimo con el Ford Escort, me parece un coche ideal.
P. Y de todos esos coches con los que has corrido, ¿cuál es el que más
te ha satisfecho?
R. De todos los coches con los
que he corrido el que mejor resultados me ha dado, porque un coche te satisface
por lo que has conseguido con él, fue el fórmula 1430 que aparte de ganar en la
categoría de fórmulas de 1000-1500 dos campeonatos o tres de Euskadi, no me
acuerdo, gané uno de España y busqué a todos los pilotos buenos que había en
España con ese coche para pelearme con ellos. Me peleé con todos menos con uno
y conseguí ganarles a todos ellos. Por lo tanto, la satisfacción que me daba
era total, iba siempre por encima del límite del coche.
P. ¿Cuál es la carrera que más recuerdas y por qué?
R. La subida al Fito de 1979. Participaba
con un fórmula de 100 caballos y conseguí acabar quinto delante de varios Porsche
de 300 caballos, fórmulas 2000 de 190, etc. Y al terminar la subida, el campeón
de España durante 6 años, Juan Fernández, me dijo que iba a abandonar la
competición y que si compraba un coche como el suyo me pasaba su publicidad (Danone).
Pero no me atreví, cosa de la que me arrepiento.
P. ¿Qué es lo que más has aprendido haciendo carreras?
R. Para correr una carrera
importante estás preparando el coche y ahorrando dinero durante 3 o 4 meses. A
veces sale bien y acabas, la mayor parte se rompe y hay que tener la moral de
decir: “No pasa nada, empezamos otra vez”
P. ¿Has tenido algún accidente grave durante los años de competición?
R. Realmente grave no, aunque los
dos más fuertes fueron una vuelta de campana en el formula a unos 130 por hora
en Alcalá la Real (Jaén) y otra vuelta de campana con el Ford Escort en Roque Nublo
(Gran Canaria). En esta última pararon la carrera y subieron los bomberos para
sacarnos del coche a mi copiloto y a mí, aunque en mi opinión no fuera
necesario.
P. Se nota que te gusta mucho la competición, entonces ¿por qué dejaste
de competir?
R. El último fórmula lo puse en
venta cuando mi mujer se quedó embarazada de mi primer hijo, me dije a mi
mismo: “O ruedas o dodotis”.
P. Tengo entendido que corres con un Golf MK1 en rallyes clásicos desde
hace aproximadamente 5 años. ¿Qué es lo que más te gusta de este tipo de
rallyes?

P. A parte de la amistad, ¿qué otro valor le darías a los rallyes de
clásicos?
R. Me gustan porque me hacen
estar muy concentrado para conseguir un buen resultado y además, me encantan
los paisajes y lugares que conoces.
P. ¿Crees que el mundo del Rallye está en decadencia o en alza?
R. Creo que el mundo de las
carreras de coches, no hablo de motos porque creo que este esta cada vez mejor, está en decadencia
porque ha perdido espectáculo. La gente hoy va a ver casi
más carreras de clásicos que de coches de hoy en día porque derrapan más.
Cuando va a ver carreras normales se aplaude más al que hace tres trompos en la
curva haciendo el tonto que al que va corriendo. Se debe a que la gente lo que
quiere es que los coches se muevan y hoy en día se mueven poco, es muy monótono.
P. Y para acabar y soñar un poco, ¿qué coches te gustaría tener en el
garaje hoy en día?
R. Si le preguntas a una persona
cualquiera seguramente te diría Lamborghini, Ferrari o algo similar. Si le
preguntas a una persona que le gustan las carreras la contestación es
diferente. Probablemente un coche que he tenido y que lo recuerdo como el coche
más divertido de conducir, por lo que seguiría teniendo hoy en día, es un Ford
Escort MK1 o MK2.
Sumario 1: "La ilusión de mi vida era hacer carreras"
Sumario 2: "La satisfacción que me ha dado el fórmula 1430 en las victorias fue total, con él iba siempre por encima de su limite"
Sumario 3: "Cuando yo competía en velocidad el ambiente era de compañerismo, nos ayudábamos unos a otros"
Hecha un vistazo a la colección de imágenes de Luis Andicoechea
Sumario 1: "La ilusión de mi vida era hacer carreras"
Sumario 2: "La satisfacción que me ha dado el fórmula 1430 en las victorias fue total, con él iba siempre por encima de su limite"
Sumario 3: "Cuando yo competía en velocidad el ambiente era de compañerismo, nos ayudábamos unos a otros"
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